Cuando leemos una novela o un relato, no solo importa qué se cuenta, sino cómo se transmite la voz de los personajes. Para eso existen los estilos narrativos, auténticas técnicas que los escritores utilizan para dar vida a sus historias.
- Estilo directo: reproduce literalmente las palabras de los personajes, con guiones o comillas. Ejemplo: —No volveré a casa —dijo Marta.
- Estilo indirecto: el narrador transmite lo que dijo el personaje, pero no sus palabras exactas. Ejemplo: Marta dijo que no volvería a casa.
- Estilo directo libre: los pensamientos o palabras del personaje aparecen sin verbos introductorios ni signos. Ejemplo: ¿Qué hacía allí? Mejor marcharse cuanto antes.
- Estilo indirecto libre: la voz del narrador se mezcla con la del personaje, creando una fusión difícil de separar. Ejemplo: Caminaba deprisa; nadie lo entendía, todos lo juzgaban.
- Monólogo interior: es la expresión caótica e inmediata del pensamiento de un personaje. Ejemplo: No, no puedo más, respira, sigue andando, no mires atrás.
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